Una visita papal

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Por: P. Joseph Sia
El Mensajero Católico

Una de las cosas interesantes de servir como sacerdote en Iowa, es que las personas me comparten muchas de sus historias sobre la visita de San Juan Pablo II, cuando estuvo en Des Moines en 1979, cuando era el papa. El solo hecho de que ellos sigan hablando de este acontecimiento ocurrido hace 30 años atrás, me dice que fue una visita significativa. He encontrado personas que recuerdan haber caminado largas distancias para ver al Papa celebrando Misa en el Living History Farms en Urbandale. Aun aquellos que no estuvieron allí, hablan orgullosamente de que el Papa estuvo en Iowa.

Fr. Sia
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Esta semana, otro Papa llega a los Estados Unidos de América. Aunque él no estará cerca de Iowa, aun así, su visita causa bastante emoción entre los muchos católicos de nuestra Diócesis de Davenport y del todo el país. ¿Por qué esto es así? ¿Tal vez porque es el Papa Francisco del que todos estamos hablando hoy? ¿Es quizás porque es el Papa que está recibiendo mucha atención de la prensa secular en los Estados Unidos?

De otro lado, sí, yo creo que esto es parte del ‘Efecto Papa Francisco.” Cada papa tiene su propia personalidad y su propio estilo, y la forma de vida del Papa Francisco es una de las muchas cosas que se han encontrado interesantes y que invitan a participar. Personalmente, he crecido en mi aprecio al Papa Francisco a través de su declaración del “Año de la Misericordia.” Si usted aún no ha leído el documento en el cual él explica sus razones para declarar este año jubilar extraordinario, entonces, yo le invito a que lo haga. Fue a través de esta declaración que percibí la profundidad del Papa Francisco en su relación con Dios y cómo él se presenta como el ‘pontífice’ o el constructor del puente, a través del cual el Espíritu Santo puede actuar en nuestro mundo.

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En el otro lado, también creo que esta anticipación para la visita del Papa, es una reflexión de nuestra anticipación por Cristo. Sin pensar quien es el Papa, como católicos reconocemos al Obispo de Roma como el Vicario de Cristo. Cuando el papa viene a visitarnos, queremos estar disponibles para darle la bienvenida con amor y hospitalidad, tal como nosotros se la daríamos al mismo Cristo. Tal como hemos visto en otros países, que el Papa ha visitado, millones de personas se llenan de alegría y tratan de acercarse al Papa para pedirle una bendición para que puedan ser fuertes en su vocación cristiana.

Mi esperanza es que esta visita del Papa Francisco, inspire a todos los católicos en Estados Unidos, a crecer a un más en nuestro amor por nuestra fe. Que nos entu-siasme a perseverar en nuestra misión de compartir la Buena Nueva a todos los hermanos y hermanas a donde quiera que vayamos. Mis oraciones son por todos los peregrinos quienes irán desde nuestra diócesis. Espero escuchar sus historias cuando regresen la próxima sema-na y, quien sabe, pueda escuchar sus nuevas historias de aquí a 30 años más.

(Padre Joseph Sia es el párroco de la parroquia de San José en Columbus Junction.)


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