Día de reflexión para los Católicos Hispanos

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Por: Barb Arland-Fye
El Mensajero Católico

Davenport — Unos 400 católicos hispanos celebraron la fe y la Familia el 7 de mayo durante la peregrinación por el Año de la Misericordia a la Catedral de la Diócesis de Davenport. Ellos viajaron a Davenport en autobús o en coches desde Ottumwa, Washington, Oskaloosa, Muscatine, Columbus Junction, Iowa City, West Liberty, Clinton y de otros puntos intermedios.

Mons. Martin Amos, obispo de la diócesis de Davenport y padre Rudy, Vicario Episcopal para la comunidad hispana, ofrecen la comunión el 7 de mayo en la Catedral del Sagrado Corazón. Fue un día de oración y celebración en familia.
Mons. Martin Amos, obispo de la diócesis de Davenport y padre Rudy, Vicario Episcopal para la comunidad hispana, ofrecen la comunión el 7 de mayo en la Catedral del Sagrado Corazón. Fue un día de oración y celebración en familia.

“Es una alegría estar con us-tedes en esta peregrinación, ya que nosotros los hispanos compartimos una larga historia y tradición de peregrinación”, dijo el padre de Rudy Juárez, en la reflexión al empezar el día en la Catedral del Sagrado Corazón. “Han sido un par de años desde que entré al santuario de San Juan Nuevo en Michoacán – bailando como es la tradición allí. Hoy, sin mi café de la mañana, entré en la catedral temblando y moviéndome “, bromeó el padre.

P. Juarez, pastor de la parroquia de San Patricio en Iowa City y Vicario Episcopal para los Hispanos, reflexionó sobre el concepto de la peregrinación, y señaló que los cristianos y los no cristianos realizan viajes espirituales a lugares significativos para su fe. Les dijo a los feligreses, que Dios los había traído aquí, a este lugar de peregrinación. “Y llegamos, con optimismo, con el motivo de “buscar a un Dios Verdadero e implorar el perdón de nuestros pecados. “

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Otras iglesias en la diócesis, también han sido designadas como lugares de peregrinación con la Puerta Santa para el Año de la Misericordia. “Para aque-llos que caminan a través de esta puerta, se les concede la indulgencia plenaria a ellos y a sus seres queridos, a los castigos temporal de los pecados en el purgatorio,” P. Juárez dijo. Los peregrinos también deben confesar sus pecados, orar por las intenciones del Santo Padre, y recibir la comunión, agregó el sacerdote.

“Nosotros tuvimos tres ideas para realizar esta peregrinación”, dijo Miguel Moreno, coordinador diocesano del Ministerio Multicultural. Una fue, ofrecer un evento por el Año de la Misericordia, donde los católicos hispanos pudieran conocer la
catedral y reunirse. Otra fue, reconocer “que no solo pertenecemos a una parroquia, sino que esta parroquia pertenece a una diócesis.” En tercer, la oportunidad para la oración y para la alegría.

La oración fue realizada en la mañana. En medio de una iluminación tenue y suave música en español sonando en el fondo, los católicos caminaron hacia las esquinas de la catedral para recibir el sacramento de la reconciliación. Posteriormente, Mons. Martin Amos presidido la misa en español.

P. Guillermo Treviño dio la homilía en español, entre gestos y sonrisas, él compartió la historia de su vocación, la cual la relacionó con la primera lectura de 1 Pedro. Él expresó su gozo por haber sido ordenado hace un año, pero también compartió el proceso que experimentó previo al sacerdocio. “Es muy fácil mantener la fe cuando todo es bueno, anotó. “Pero es importante mantener la fe, aun en tiempos difíciles”. Para él, que incluyó la preocupación acerca de su madre, que ha estado entrando y saliendo del hospital y que en ese momento se encontraba en el hospital. El invitó a los hombres de la congregación a pensar en la vocación sacerdotal. “Decimos que queremos tener sacerdotes, pero tienen que venir de nuestra comunidad, también.”

Mientras saludaba a los asistentes después de la misa, una mujer tomo de la mano al P. Treviño y suavemente lo reprendió: “¡Usted no ha dicho nada acerca de las mujeres!” Él respondió que las mujeres llevan a la familia a la Iglesia. Son los hombres que necesitan ser empujados a tomar un papel más activo.

José Chávez, de la parroquia de Santa María en Oskaloosa, es uno de los hombres que tiene un rol activo. En la misa, él fue un servidor del altar, portando la cruz procesional y sosteniendo el libro del obispo mientras oraba. “Es increíble estar allí”, dijo Chávez después. Él trajo a su familia a la peregrinación – su esposa, María, y sus hijos, José, 17; Jazmín, 13; Andrea, 11; y Elizabeth, 3. En su camino de fe, Chávez está tratando de estar más cerca de la gente y más cerca aun de Jesucristo. “Jesucristo quiere que todos estemos más cerca… unidos; es la mejor manera de estar en nuestra fe”.

El almuerzo se sirvió al aire libre en la sede diocesana, cerca del campo de fútbol de la Secundaria Asunción, donde se realizaron diferentes juegos deportivos. Los comensales se deleitaron con tamales, carnitas, frijoles refritos, arroz, tortillas y refrescos. El coro de la parroquia Santa María de la Visitación de Ottumwa dirigió a la congregación en los cantos durante la misa y posteriormente interpretando en el lateral del campo de fútbol.

“Para las personas, el poder celebrar en su propia cultura y en su propia lengua es una gran diferencia”, dijo Mons. Amos, mientras caminaba a las gradas con su almuerzo. “¡Creo que es maravilloso! Es una oportunidad para los católicos hispanos que se reúnan para celebrar. ¡La emoción, la música, es simplemente genial! “

Genoveva y Vicente Díaz, de la parroquia de St. James en Washington, viajaron en grupo a la peregrinación. “Nunca hemos estado en una peregrinación y queríamos ver de qué se trataba,” explicó Genoveva. “¡Fue muy interesante y yo estuve tan feliz de ver algunos de los sacerdotes que no he visto en mucho tiempo!

Resultó ser una bendición de muchas maneras. “Como un grupo desde Washington, estuvimos juntos en el momento cuando uno de nuestros miembros recibió una llamada de un miembro de su familia diciéndole que su hermano falleció en México. La rodeamos con abrazos y rezamos el rosario en nuestro camino a casa”.


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