Por Rev. Mons. Thomas Zinkula
Obispo de Davenport
El Mensajero Católico
Desde Clinton hasta Keokuk, desde Davenport hasta Newton, desde Solon hasta Georgetown, como su nuevo obispo, con mucho gusto llevo un set de llantas para conocerlo en la Diócesis de Davenport.
Si bien no es humanamente posible conocer a los más de 90,000 católicos de nuestra diócesis, tengo un instrumento excelente para ayudarme a transmitir las Buenas Nuevas de nuestra Iglesia diocesana y universal: nuestro periódico semanal, El Mensajero Católico (The Catholic Messenger).
Este periódico refleja la vida de la Iglesia en todo el mundo con particular énfasis en las noticias diocesanas, las parroquias y las escuelas católicas. Usted puede recibir un impulso espiritual cada semana al leer cómo otros católicos viven su fe, las alegrías y luchas que la acompañan.
Lea sobre el Papa Francisco y sus esfuerzos para compartir el Evangelio a través de pa-labras y acciones con personas de todos los ámbitos de la vida, con un énfasis especial en llegar a los que viven en la periferia. Lea de lo que su obispo dice sobre los asuntos del día, los desarrollos en nuestra diócesis y las opor-tunidades para construir y fortalecer nuestra fe.
El Mensajero Católico también proporciona un lugar para que los lectores expresen sus pensamientos y opiniones sobre lo que les importa. La publicación sirve como un archivo de historia de la Iglesia y eventos, así como historias personales de fe e inspiración. Es una fuente de evangelización y formación espiritual.
Este fin de semana, iniciaremos la campaña de suscripción 2018; para animar a que más personas se suscriban y para que todos los hogares de la diócesis recibirán una edición gratuita de El Mensajero Católico este 25 de enero. Este número especial también incluirá nuestra cobertura de la Semana de las Escuelas Católicas.
Ningún otro medio (impreso o digital) cubre las actividades de Iglesia Católica en nuestra diócesis con la pericia e integridad de El Mensajero Católico. Tiene un valor real de $29 por año por 50 ejemplares: ya sea en impresión o edición electrónica.
Mi esperanza es que todos los hogares, inspirados en los artículos, columnas y editoria-les, elijan suscribirse a El Mensajero Católico. Suscríbete o compra una suscripción para un amigo o miembro de tu familia y léelo fielmente.
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