La celebración pública de la misa ha sido suspendida

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La Catedral del Sagrado Corazón de Davenport está vacia en esta foto.

Nuestra diócesis realiza cambios significativos para proteger a los fieles del COVID-19

Por Barb Arland-Fye
El Mensajero Católico

DAVENPORT — La Diócesis de Davenport anunció el 16 de marzo la suspensión de todas las celebraciones públicas de la Misa hasta nuevo aviso. Esta importante decisión se produce en respuesta al anuncio que hizo el fin de semana la gobernadora del estado de Iowa, Kim Reynolds, anunció nuevas medidas para frenar la propagación de COVID19 dentro de Iowa.

Las intervenciones de distanciamiento social que se solicitan están en consonancia con el PASO TRES en nuestra política de resfrío. Al mismo tiempo, Mons. Thomas Zinkula dijo: “Somos conscientes, que es este el momento de actuar, si queremos tener un impacto significativo en la velocidad de propagación del virus en nuestras comunidades.”

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Esta es la lista de los cambios principales que se harán en la vida de la parroquia, hasta un nuevo aviso:

• Todas las celebraciones públicas de la Misa (y todos los otros actos públicos litúrgicos o devocionales) son canceladas.

• Bautismos, matrimonios y funerales pueden ser celebrados solo con los miembros de la familia.

• Puede celebrarse las confesiones individuales y la Unción de los Enfermos.

• Todos los católicos de la Diócesis de Davenport están dispensados de la obligación de asistir a misa los domingos. • Si usted está enfermo o si usted está cuidando a alguien que está enfermo, por favor, manténgase en casa.

• Aquellos que tengan 60 o más años y aquellos que tengan problemas de salud, deben quedarse en casa y evitar todas las reuniones u otras situaciones, que los exponga a potenciales riesgos.

• Todos los grupos grandes de reunión, conferencias, retiros y lo mismo en relación a la diócesis deben cancelarse.

• Todos las clases de catequesis y actividades deben ser canceladas (si es posible, use formatos electrónicos).

• Pueden tener reuniones pequeñas de oficina si es que estas son esenciales, de lo contrario, es preferible que se reúnan electrónicamente.

• Exprésele al personal, especialmente a aquellos que están en riesgo de enfermedad grave, a trabajar a la distancia (cuando esto sea posible). -Limite los viajes de trabajo que no sean esenciales.

• Todas las Escuelas Católicas serán cerradas, al menos hasta el 13 de abril. Todos los eventos extracurriculares serán cancelados. Recibirá mayor información de la Oficina del Superintendente de las Escuelas Católicas.

Dijo Mons. Zinkula: “Nosotros no tomamos estos pasos a la ligera, especialmente la cancelación de casi todo el culto público dentro de la diócesis. Los sacramentos y, especialmente la Eucaristía, se encuentran en el corazón de nuestro ser como católicos. Sin embargo, el bien común nos llama a hacer este sacrificio. Según lo que está sucediendo en todo el mundo, es muy claro que se necesitan medidas urgentes; para evitar que se abrume nuestro sistema de atención médico. Nuestra oración es que, esta forma de ayuno cuaresmal, nos ponga en solidaridad más profunda con aquellos que afrontan esta situación con mucho menos; con aquellos que serán y están siendo, severamente afectados por esta enfermedad.”

Mientras la celebración pública de la Misa y otras liturgias no puedan realizarse, si es posible, que los pastores abran las puertas de la Iglesia en ciertos momentos, para permitir que puedan pasar a hacer oración en privado.

Las personas no deberían entrar al templo si se sienten mal. Los que entren, deben lavarse apropiadamente las manos y tener higiene al toser y permanecer al menos 6 pies a la distancia de otra persona. No debe haber más de 10 personas en la Iglesia. En templos pequeños tal vez sea necesario que haya menos de 10 personas y que se mantengan siempre a 6 pies de distancia.

Los miembros de la diócesis que participaron de la reunión en el gimnasio (el lugar más amplio de la Cancillería), estuvieron separadas por 6 pies y sentados en sillas de metal. Otros miembros participaron a través de la línea telefónica. El personal de la diócesis preguntaba por cuanto tiempo duraría esta medida, pero no se puede predecir el punto final de esta situación. El Centro para el Control y Prevención de las
Enfermedades, recientemente recomendó la suspensión de reuniones con grupos más grandes a 10 personas por 15 días. Los líderes de la diócesis notificarán al personal, cuando estas restricciones hayan concluido.

Mons. Zinkula pidió al personal de la diócesis que piensen y oren sobre “qué podemos aprender de esto. Todos vivimos apurados en la cultura hoy. Bien, ahora, estamos forzados a calmarnos. ¿Qué podríamos hacer con el tiempo extra que ahora tenemos en nuestras manos en esta Cuaresma? ¿A qué podría esto parecerse?

“Necesitamos hacer lo que podamos para ser apoyo y recurso a las personas de la diócesis. ¿Cómo podemos servirlas en este interesante, poco familiar e inconfortable situación?”

Papa Francisco pidió al clero y a otros ministros practicar apropiadamente la precaución y, a la vez, servir a las personas, dijo Mons. Zinkula. “Esto no es una decisión de lo uno o de lo otro. Es una decisión de ambos. Continuamos haciendo nuestro ministerio, pero lo haremos de un modo diferente.” Entre las diferentes formas, configurar las líneas telefónicas para ver cómo están nuestros parroquianos; tener misas en línea (internet), publicando homilías, recogiendo las comidas de las personas que no pueden salir de su casa. Proporcionar un enriquecimiento de la fe a través de las plataformas del internet, por ejemplo.

Se concluyó la reunión del personal de la diócesis con una oración: “Recordemos en nuestra oración a lo que están sufriendo esta enfermedad: los enfermos, los ansiosos y todos los más vulnerables a los trastornos sociales. Oremos también por los científicos, los profesionales de la salud, los funcionarios públicos y todos los que sirven al bien común en este momento difícil e incierto… Mantengámonos esperanzados. Mantengámonos unidos en el amor mutuo.”

Fuente: COVID-19

www.davenportdiocese.org/flu


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