Religious men, women enriched us
Dear Brothers and Sisters in Christ,
On the weekend of Dec. 10-11, our parishes will be conducting the Retirement Fund for Religious Collection, an appeal that benefits nearly 25,000 elderly religious order sisters, brothers and priests. They are a treasure — both for their service to our Church and for the ways their prayer and witness enrich our faith. “Planted in the house of the Lord, they shall flourish in the courts of our God. They shall bear fruit even in old age” (Ps 92:14-15).
As I reflect on the ministry of women and men religious — past and present — I am grateful for the ways they have shaped my own faith. I also value the tremendous service they have offered our diocese. Perhaps you, too, recall an older religious who made a positive difference in your life.
Most senior religious worked many years for little pay, leaving their religious communities with a shortage of retirement savings. Rising health-care costs and decreased income compound the challenge to meet day-to-day needs for medications, nursing assistance, and other necessities. Donations to the Retirement Fund for Religious provide financial support that helps religious communities care for aging members while ensuring younger ones can continue the good works of their elders.
I understand that you are asked to support many worthy causes. I invite you to give what you can. Most importantly, please pray for God’s continued blessing on all our women and men religious. Rest assured that they are praying for you.
Sincerely in Christ,
Most Rev. Thomas R. Zinkula
Bishop of Davenport
Religiosos y religiosas nos enriquecieron en la fe
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,
El fin de semana del 10 al 11 de diciembre, nuestras parroquias llevarán a cabo la Colecta Nacional para el Fondo de los Religiosos Jubilados, un llamado que beneficia a casi 25,000 hermanas, hermanos y sacerdotes de órdenes religiosas de edad avanzada. Ellos son un tesoro -tanto por su servicio a nuestra Iglesia como por la forma en que su oración y testimonio enriquecen nuestra fe. “Los plantados en la casa del Señor, darán flores en los patios de nuestro Dios.” (Sal 92, 14-15).
Cuando reflexiono sobre el ministerio de las religiosas y de los religiosos -pasados y presentes-, estoy agradecido por las formas en que han moldeado mi propia fe. También valoro el tremendo servicio que han ofrecido a nuestra diócesis. Tal vez, usted también recuerde a un religioso mayor, que marcó una diferencia positiva en su vida.
La mayoría de los religiosos mayores trabajaron durante muchos años por un salario mínimo, dejando sus comunidades religiosas con escasez de ahorros para la jubilación. El aumento de los costos de atención médica y la disminución de los ingresos agravan el desafío de satisfacer las necesidades diarias de medicamentos, asistencia en enfermería y otras necesidades. Las donaciones al Fondo de los Religiosos Jubilados brindan apoyo financiero, que ayuda a las comunidades religiosas a cuidar a los miembros mayores, a la vez, asegura que los más jóvenes puedan continuar con las buenas obras de sus mayores.
Yo comprendo que se les pida apoye para muchas causas valiosas. Les invito a dar lo que pueda. Lo más importante, oren por la bendición continua de Dios sobre todas nuestras religiosas y religiosos jubilados. Tenga la seguridad, que están orando por usted.
Sinceramente en Cristo,
Rev. Mons. Thomas R. Zinkula
Obispo de Davenport
